¿Por qué proyectar las ciudades del futuro? Para José Rivera, nativo digital de 18 años, el futuro no está escrito, depende de cómo actuamos en el presente para mirar el futuro con esperanza.
Guillermo Gándara, investigador prospectivista y speaker del Futures Week® , cree que se deben proyectar las ciudades del futuro porque en ellas vivimos la mayor parte de la población mundial y en Latinoamérica más del 90% de su población vivirá en ciudades en 2050.
“En ellas se generan los principales impactos de emisiones, cambio de usos de suelo por urbanización, consumos energéticos, consumos de agua, generación de residuos, etc.. Los retos urbanos y socioambientales de este proceso de urbanización son mayúsculos, no sólo por los recursos y energía que se consume en las ciudades, sino también por las externalidades e inequidades sociales que caracterizan a nuestras ciudades latinoamericanas, entre ellas las de Bolivia”, asegura el también autor de “Latinoamérica 2050: Retos, escenarios y acciones”, libro inspirado en los 15 objetivos globales del Proyecto Milenio, un think-tank global de estudios del futuro que busca que los jóvenes abracen causas y estas se conviertan en proyectos “potentes” para avanzar.
El Futures Week® o semana del futuro, es una iniciativa de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, que nace hace siete años en Santa Cruz, “entendiendo que no solamente se trata de hacer estudios científicos sobre qué va a pasar en el futuro y mirarlo desde la inercia y la inacción. Es un espacio donde, por fin, podemos oír la voz de los jóvenes y entender cuáles son sus expectativas y sus propuestas. Es un espacio donde los expertos están para empoderarlos y ayudarlos a avanzar más rápido en la creación de soluciones y consolidación de proyectos”, dice Verónica Ágreda, rectora de Unifranz y presidenta del Nodo Bolivia del Millennium Project.
La versión 2024, que se realizará del 22 al 25 de octubre, reunirá a más de mil jóvenes de las ciudades de El Alto y Cochabamba, con una treintena de expertos nacionales e internacionales, con la intención de proyectar las ciudades futuro o “smart cities”.
El Futures Week® forma parte del programa “2030 Construyendo Futuros”, una plataforma de co-creación que invita a los jóvenes líderes latinoamericanos a convertirse en protagonistas de la construcción de ciudades amigables y sustentables hacia el año 2030.
Promovida por Unifranz, la iniciativa está alineada a los 15 Desafíos Globales y 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con el propósito de transformar las ciudades bolivianas en ciudades inteligentes.
Futures Week® 2024 cuenta con el apoyo de The Millennium Project; la Red Iberoamericana de Prospectiva (RIBER), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Bolivia (PNUD); el sector empresarial y los gobiernos municipales de El Alto y Cochabamba, entre otros.
“Decidimos llamar a todos los aliados; dijeron que sí, porque creen que un mundo mejor es posible. Con ellos venimos a co-crear el futuro para lograr nuestra misión titánica que es transformar la educación en Bolivia (…). Por ello estamos convocando a las mentes más brillantes de la ciencia y la innovación del futuro para que junto al talento de los jóvenes nos acompañen en este camino y emprender la construcción de redes que creen ciudades amigables y sustentables al 2030”, apuntó la rectora.
Construir nuestro futuro
Debemos trabajar para construir nuestros futuros deseados y anhelados, ya que el futuro no está escrito, y está en nuestras manos transformar el presente.
El futuro, también, se construye por inacción, “pero, entonces, será no el futuro anhelado sino alguno no deseado o indeseado. En Latinoamérica 2050 después de analizar 15 temas profundos para la región, conocidos como los desafíos del milenio a nivel planetario, dibujamos tres posibles escenarios: uno ideal, uno tendencial y otro catastrófico. En este último titulado ‘Latinoamérica devastada: crisol de tiranía, opresión, migración y solastalgia’ se dibuja una Latinoamérica que no ha sido capaz de resolver o atender esos 15 desafíos. En el tema urbano, por ejemplo, visualizamos un incremento de la mortalidad asociada a los problemas de contaminación urbana, por mencionar alguno. Pero el mensaje final es que también presentamos el escenario aspiracional y una serie de recomendaciones para hacerlo realidad”, dice Gándara, haciendo mención a “Latinoamérica 2050: Retos, escenarios y acciones”.
Bajo esa mirada, Guillermo Gándara, director ejecutivo de la Red Iberoamericana de Prospectiva (RIBER); Concepción Olavarrieta, presidenta fundadora del Nodo Mexicano de The Millennium Project; Beno Juárez, fundador del Fab Lab Flotante en el Amazonas de Perú; Isabelle Câmara, cofundadora de la empresa Pluvi Startup; Francisco Flores, Director de Laboratorios Urbanos de la Red Internacional de Ciudades Inteligentes; Marta Vallejo, representante residente adjunta del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Bolivia; Marcelo Arroyo, coordinador de Programas, Gestor Institucional y Fernando Aramayo, Economista Senior también del PNUD Bolivia, serán parte de la interacción con los jóvenes que proyectarán las ciudades del futuro.
Julia Johannsen, representante del BID; Lucía Sossa, directora del Pacto Global en Bolivia; Julio Tovar, experto en liderazgo, marketing, comunicación, innovación y emprendimiento, entre otros, se suman a la lista de expertos que acompañarán el desarrollo del Futures Week.
Para José Rivera, que no entiende su realidad sin tecnología, ser parte de la construcción de las ciudades del futuro, es una oportunidad para entrar en acción y ayudar a perfilar una ciudad consciente, sostenible o ecológica, que adopta prácticas y políticas que minimicen su impacto en el entorno, promoviendo un equilibrio armonioso entre el crecimiento urbano y la conservación de los recursos naturales y “donde se priorice la calidad de vida”.
Una ciudad saludable, que contribuya al bienestar de los ciudadanos a través de mejoras en los sistemas, con acceso equitativo y universal a los servicios de salud, con espacios inclusivos, recurrentes, resilientes y seguros.
Una ciudad creativa con industrias culturales, de la mano de empresarios y emprendedores que, articulados con los gobiernos en distintos niveles, potencien su economía local.
Una ciudad culta, con gran capacidad de aprendizaje e innovación, creativa, con presencia de instituciones de investigación y desarrollo, centros de formación superior, dotado con infraestructura digital y tecnologías de comunicación, junto con un elevado nivel de rendimiento de gestión.
En definitiva, una ciudad inteligente que integre las tecnologías digitales en sus redes, servicios e infraestructuras haciéndola más eficiente y vivible en beneficio de sus habitantes.
“Parece lejos, pero estamos a casi cinco años de llegar al 2030, si no nos aceleramos no lograremos consolidar los objetivos que buscan un hábitat mejor para los que habitamos este planeta”, finaliza Rivera.